jueves, 17 de noviembre de 2011

Comentando: El candidato

Teniendo el domingo las elecciones generales, ¿qué momento más adecuado (o inadecuado, según gustos) para comentar El candidato?

Historieta de 1989 de guión de Francisco Ibañez, pero con dibujos de Juan Manuel Muñoz. Un álbum político, que deja fuera de escena políticos reales, y el concepto de partidos políticos, ya que no aparecen en ningún momento, dejando "pista libre" a los dos únicos candidatos.

El álbum empieza con un prólogo breve (página y media) acerca de cómo se decidía quien mandaba y qué pasaba en esos casos.

Al terminar, se ve una de las clásicas estructuras de las historietas: Mortadelo, sin pretenderlo, ofende a Ofelia. Llega Filemón con un comentario o acto desafortunado, y finalmente aparece el Súper, para llevarse el "premio gordo", situación que curiosamente, sólo se da en dos episodios, siendo cambiada en posteriores.

El Súper informa a los agentes que pretende presentarse a Jefe del Gobierno, usando para ello artimañas para eliminar los planes de su enemigo político: Marcelino Cascajo, pinchándole el teléfono. Sin embargo, Mortadelo y Filemón muestran su poca habilidad para ello, electrocutando a su superior.

El segundo episodio muestra el "lavado de cara" del Súper. Mortadelo y Filemón ayudarán (con su estilo) al maquillador, utilizando cemento rápido en lugar de maquillaje, o un protector de rayos láser en lugar de un foco, con el que Mortadelo quema la ropa al Súper y un sofá. Ofelia saldrá huyendo, con el Súper detrás intentando calmarla, con la consecuente confusión.

El siguiente episodio (que curiosamente cambia la estructura de la entradilla por un Mortadelo-Irma-Bacterio-Súper) trata de la campaña, dividida en dos partes. La primera, el besuqueo de niños, y la segunda, los discursos a la gente de a pie. Poco destacable.


El siguiente fragmento muestra a los agentes acompañando al Súper en su intento de hacer llegar su campaña a los pueblos de los alrededores, para lo cual deberán sabotear a Marcelino Cascajo, aunque Mortadelo sin quererlo, les saboteará a ellos mismos.

Y así sigue el álbum... como resultaba obvio, el ganador fue Marcelino Cascajo, que prometió triplicar los sueldos, eliminar los impuestos, eliminar multas, etc. El Súper sólo se llevó un voto (el suyo).

Podría haber continuado hasta el final, pero es un álbum muy poco destacable, que he comentado sobre todo por la temática del momento. Este álbum entra en los que son "malillos", ya que hay muy pocos gags que tengan una chispa tan buena como tienen otros. Este álbum es un continuo fracaso tras otro de los agentes, pero más aburrido.

lunes, 14 de noviembre de 2011

La tirita semanal: Ayudando a vestirse


Mortadelo y Filemón ayudan a vestirse a un tipo con
problemas de flojera en las manos en Jubilación... ¡a los noventa!

jueves, 3 de noviembre de 2011

Comentando: La Gomeztroika

La Gomeztroika, álbum de 1989 que no destaca mucho por su calidad, pero sus gags entran en el concepto de "decente". Siendo un álbum de temática política, no resulta tan malo en comparación con los que vendrán después.

En concepto general, al argumento trata de que el general Obundio Gómez instaura en Chirimoyandia la "Gomeztroika" (alusión a la Perestroika de Gorbachov), y pide a la T.I.A. que vigilen el proceso de democratización del país, para evitar que algún ministro dé el golpe de estado para conservar privilegios.

De entrada el álbum muestra (con el humor sarcástico que suele haber en estos casos) una pequeña introducción (una página y tres cuartos), en los cuales aparece uno de los mejores chistes de Ibánez para mi gusto, pasamos directamente al cuartel general de la T.I.A.

Grandioso el chiste, oigan
La explicación es muy ligera, pasando directamente a los métodos que deben usar los agentes para llegar a Chirimoyandia, como llamar a un amigo de Mortadelo, o ser rescatados a cambio de trabajar en la caldera de un barco.

En cada capítulo (6 páginas cada uno) nos encontramos a los agentes intentando cooperar en la implantación de la Gomeztroika, mientras los chistes de "igualdad" se alternan entre el primer y el segundo plano, influyendo de así de forma directa o indirecta a los agentes, respectivamente.

El primer capítulo se desarrolla en el Ministerio de Marina. Los agentes entran en el "Sardineta" como marineros, para vigilar que no hayan rebeldes. Su ignorancia completa ante la terminología marina (la "santabárbara", el abisinio, el "casco"...) se suceden con velocidad, hasta que tienen problemas con un cañón, disparando al almirante, con la consecuente huida.

El siguiente capítulo toca en el Ministerio de Sanidad. Los agentes son colocados como enfermeros del Hospital de San Guijuelo, donde deberán atender al mismo ministro, mostrandole que no hay diferencia de clases. Esto provoca la habitual protección fallida de los agentes.

Proseguimos con el ministerio de agricultura. Este se desarrolla al igual que los anteriores, aunque resulta curioso ver que Mortadelo, que es natural del campo, resulte aquí tan torpe como en el medio urbanístico. Memorable el gag del cartel.

¿Eso va con segundas? :P
La misión sigue en el ejército, mi capítulo favorito del álbum junto el final. Mortadelo le hace las mil y un perrerías al general (no intencionadamente, claro) con todas las órdenes: el paso al frente (pisando al general), presentando y y descansando el arma, colocandole una medalla al sargento (con grapas), matando mosquitos, ordeñando una vaca (apretandole los costados) y cargando un cañón con la espoleta del obús de revés).

El siguiente destino es el Ministerio del Aire y el Viento, ocupandose nuevamente del Ministro, al que terminandejando para el arrastre con los aparatos voladores. El gag del coche del "Follow Me" merece notable.

Y con esto se llega al capítulo de cierre. Mortadelo y Filemón llegan a ver al jefe de personal de palacio, y sin darse cuenta, le pillan planeando un golpe de estado junto al Ministro de Interior, que intentará eliminarles, para terminar cayendo junto con Mortadelo encima del mismisimo Obundio Gomez junto los planes, haciendole pensar que la T.I.A. estaba también confabulada.

En resumen, un álbum decentillo a nivel general, gag de calidad buena, y sobresaliente del resto de álbumes acerca de política.

La tirita semanal: Ni rastro de polvo


¡En efecto, no hay ni rastro de polvo en El gran sarao!