lunes, 16 de enero de 2012

Comentando: Los sobrinetes

Y el cómic de la semana es Los sobrinetes, álbum de 1988. Este album fue empezado por Ibañez en dibujo y guión, aunque desde la página 12, el dibujante pasó a ser Juan Manuel Muñoz.

La trama en general trata del secuestro y rescate de Mortadelete y Filemoncillo, los sobrinos de Mortadelo y Filemón. No deja de ser curioso que, siendo sobrinos y no hijos directos, esos niños sean exactos a sus tíos (quizá los hermanos de ambos personajes también tengan esos rasgos). De hecho, la única diferencia entre los críos y los adultos son los dientes delanteros.

Como detalle curioso, este álbum se fija más en los hechos que les pasan a los niños que a los agentes.

Este álbum también se desarrolla por episodios, sin titulo, que a continuación, iré comentando al detalle. Cada uno ocupa 6 páginas.

El primer episodio, con breve introducción al concepto de "niño, sirve para presentarnos a los niños. Estos se dedican a realizar gamberradas por toda la oficina, desquiciando a Ofelia, Bacterio, el Súper e Irma. Como resulta lógico, serán Mortadelo y Filemón los que acarreen con las consecuencias de los actos de sus respectivos parientes. El típico amigo con comentario desafortunado cierra el episodio.

El siguiente episodio es una "extensión" del primero. Seguimos viendo como los niños la lían en la T.I.A. (y con elementos exteriores, como el tren). En este además conocemos al "malo" del álbum, Anselmo el 'Cefalópodo'. Éste se intenta colar en la T.I.A. para llevarse las pruebas que hay contra él, que usarían para procesarle. En su camino, será victima indirecta (dado que no era el objetivo) de las gamberradas de los niños, a quienes finalmente secuestra para pedir las pruebas como rescate.

Estos dos episodios son de categoría decente, los hay mejores en el resto del álbum.

¡Señor Súper, que le están diciendo que "Pipiiiiiiiiiiiiiii"!
El tercer episodio cambia el formato anterior: desde este punto la estructura pasa a ser: disfraz de Mortadelo - roce con el Súper a causa del disfraz - el Súper indica donde se encuentra el 'Cefalópodo' y - los agentes van mientras se ve qué hacen los niños con el secuestrador. Además, fue al inicio cuando se realizó el cambio de dibujante.

Aquí vemos a los niños en la granja de un amigo del 'Cefalópodo'. El gag principal de la aventura es que según los niños hacen travesuras, cada una le cuesta un dedo (literalmente) al secuestrador, que agrede a su amigo tras un comentario en mal momento sobre los dedos. Este capítulo resulta repetitivo, además de que el gag de los dedos se ha visto en alguna otra ocasión.

El cuarto mejora sensiblemente la calidad, desarrollándose en la alcantarilla. Los métodos para intentar entrar de los agentes, unidos a la "inocencia" de las criaturas, lo hacen más ligero y con mayor reparto de gags.

El quinto, uno de mis favoritos. Se desarrolla en una isla desierta, y... creo que es por la chispilla de humor inteligente que noto en este capítulo que lo hace tan bueno: la embarcación "a vela", el "cofre-cafre", y el hecho de "cómo golpean las olas" son muy muy buenos, opino. A todo estoy hay que unirle la ineptitud de llevar un secuestro de parte del 'Cefalópodo'.


El siguiente episodio, sexto ya, se desarrolla en un barco, un escenario algo "trillado", si bien la presencia de dos niños (con obvia falta de conocimiento del mundo marino) provocan una serie de ataques indirectos al Cefalópofo que también son de buen nivel.

Y con esto llegamos al séptimo y último episodio. Mortadelo y Filemón se dirigen a la cueva montados en un burro (animal con el que ya vimos chistes similares a los que suceden). Dentro de la cueva, son los propios desprendimientos los que finalmente terminan con el 'Cefalópodo', justo antes de la aparición de Mortadelo. En mi opinión, podrían haberse desarrollado más gags en la cueva si se hubiera eliminado al burro del episodio.

Sin embargo, el final sigue su estilo clásico: un desastre, en este caso causado por los sobrinos de los agentes, que queman las pruebas contra el 'Cefalópodo' mientras jugaban a indios, haciendo que en la viñeta final, los agentes intenten detener al Súper, que quería usar la apisonadora contra los niños.

En resumen, un cómic bastante gracioso, aunque los hay mucho mejores, y que va "madurando" a lo largo de la historia, con lo que le puntúo con un 7. Dicho esto, me despido hasta la próxima.

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