El álbum versa sobre un invento de Bacterio que cambia al polo opuesto la personalidad de la gente... muy buen argumento. Sinceramente, a mi me gustaría saber que parte de mi personalidad cambiaría...
La historia comienza sin prólogo, y ya al acabar la segunda página, se nos ha planteado el caso. ¡Bravo! Me gusta que pasen a la acción directamente, cuando hay prólogo, nos quitan bastante misión de enmedio.
La historia con que se inicia el álbum, con el agente Infusióriez, bastante ágil, nos muestra en qué influye el transformador metabólico.
En el siguiente caso, se nos presenta al contable Numerillez, que de ser una persona honrada, pasa a ser un ladrón. Eso hará que Mortadelo y Filemón tengan que ir a atraparle. La serie de gags cuando se dan cuenta de que Numerillez les roba sin que les vean lo que van a usar contra él (habilidad sólo igualada por Mortadelo dando cambiazos) son bastante buenos.
Con Mister Chaleco continuan las infecciones. Esta no es tan buena como la anterior. Personalmente, sólo desdata cuando Filemón menciona que "Ya sólo falta que me atropellen" al pasar por delante de una gran puerta en la que el infectado bromista ha colocado un cartelito de Parking gratuito.
Y aquí viene una de mis partes favoritas: Ofelia ligera. Un peso totalmente contrapuesto al que tiene: un gramo así a ojo. Los primeros gags con el bastón del Súper, la tos, y sobre todo, la cotorra, una autentica obra.
Su viva imagen |
Y ya la parte en que Mortadelo la rescata, sigue mejorando con cada viñeta. Memorable.
Bajamos un poco el nivel con el agente Remúlez: de forzudo, a flojo cual papel de cigarrillo mojado. Los chistes sobre como protegen Mortadelo y Filemón, dejan claro una vez más que se deberían haber dedicado al ganchillo.
La segunda mejor historia dentro de la historia es cuando Mortadelo pierde su competencia, convirtiéndose en una catástrofe andante.
¡Que tiemble más! |
Aunque aquí hay algo que no me termina de cuadrar... Mortadelo muchas veces ha sido una persona servicial, que le gusta cumplir su trabajo... en contadas ocasiones, que sí, pero normalmente, no es precisamente "competente". ¿Por qué se decidió explotar este raro, pero a la vez buen, recurso humorístico?
Y ya, para finalizar la historia, Bacterio es víctima de su propio invento. En este caso, la situación es similar a Mortadelo: sus inventos nunca funcionan... como es debido. Pero aquí, sí que funcionan de forma perjudicial a los agentes, hasta que con su disfraz de indio, Mortadelo logra eliminar el virus del organismo de Bacterio, quien muestra un líquido para eliminar malas hierbas... que proveca una nueva explosión en el edificio de la T.I.A.
Un buen álbum, de una buena época, y que personalmente forma parte de mi inicio como "mortadeliano".
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