Teniendo el caso Contador tan reciente, he pensdo en comentar el álbum que más se ajusta al ciclismo:
La vuelta (2000).
Esta aventura más o menos lineal (ya que alguna pausa tuvo que haber entre cada etapa de la vuelta de un día para otro) Mortadelo y Filemón deberán proteger a los ciclistas de la Vuelta a España de la secta del Caballo de Troya (
T.I.O. Troyanos Invictus Orbi). Bastante buena en general, destacan sobre todo el uso de los gags de "traseros" de la hisotrieta, en los pelotones: ancianos, bicis con ruedas cuadradas...
Veamos la historieta a fondo.
Con tres páginas y media de prólogo (nótese que en esta aventura, el título sí aparece al inicio -cosa que Ibañez recalca cuando no ocurre-), empieza la aventura con el Súper buscando a Mortadelo y Filemón, a los que tras "recriminar amablemente" su actitud, les pregunta si saben montar en bici.
Los agentes, naturalmente, no es que sean muy duchos en bicicleta. El Súper les informa que el T.I.O. (grupo que defiende la supremacía del caballo sobre los medios mecánicos) amenaza con boicotear la Vuelta Ciclista a España si no se hace a caballo.
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Desde luego, lo tiene dominado |
Con esto, manda a los agentes en el AVE para vigilar. Cómo no, el "AVE" se llama sí por el revisor, que se pasa el rato "
A vé, lo billete... a vé, tos sentaos...". Al llegar, reciben sendas bicicletas (cosa que haría envidiar a los míticos
Zipi y Zape de
Escobar) y hacen revisión de los equipos participantes.
Hasta aquí, la historieta no ha terminado de cuajar. Los gags son buenos, sobre todo los de los nombres de equipos (con referencias a la realidad:
Banasta-Banesto, ONCE-DOCE), pero aquí no termina de empezar lo bueno.
Mortadelo y Filemón coinciden con
Jesús Gil, dueño de un caballo que confundieron con el del T.I.O. Tras firmas la inscripción de salida, coincidiran también con
José María Aznar (haciendo mención a que "todo lo hace 'a dedo'"),
Jordi Puyol y
Manuel Chaves. Ya en la primera etapa, tendrán sus problemas con los miembros del T.I.O., además de rezagarse (como no, gracias a un Filemón que no tolera las burradas del -también culpable- Mortadelo, perdiendo tiempo en perseguirle).
Finalmente, se llevan por delante al equipo del "Telesfórica", confundiendo Mortadelo una "subidita" con una pendiente en picado, aunque ambos agentes salen ilesos, y intentan llegar a la meta. Vemos aquí el gag recurrente de usar un petardo, de los que finalmente hacen "PUM", aunque logra ganar la carrera (eliminando al "Kalma" mientras lo hace).
Entre etapa y etapa, sigue la búsqueda del T.I.O., con varios fracasos, y sobre todo, numerosos roces con el director de la Vuelta (que ha sido un personaje recurrente a la hora de realizar tebeos con Mortadelo y Filemón en deporte).
La segunda etapa empieza mostrando lo que se veía desde el principio: son unos negados para ir en bici: Mortadelo sobre todo, ya que le adelantan los caracoles, y no sabe que es "ponerse en pie en la bici". Filemon admite que no lo lograrán. Una vez más, Mortadelo activa su cerebro para ganar (haciendo trampas), y engancha la bici de Filemón a la moto de un guarda de tráfico, cosa que les hará, una vez más, quedarse atrás.
La persecución consecuente hace que lleguen una vez más a la altura del pelotón, algo que no habían logrado en bici. Mortadelo se las ingenia para que Filemón vuelva a lograr ganar, enfadando a un labriego, que coceará al agente hasta la meta (empotrándose contra el sufrido director).
Una vez más, vemos una pausa de la Vuelta, buscando a la gente del T.I.O., algo ineficiente.
La siguiente etapa, hasta Valencia, me da la impresión que es el alce del álbum, ya que desde aquí se ve más entretenido. Mortadelo escucha otro relincho (gag muy poco efectivo en el álbum tras varios usos), pero resulta ser una radio... de un camión de explosivos. Esta vez es el "Kras" quien será sacado de la vuelta forzosamente.
Aquí aparecen los cabecillas del T.I.O., dándose cuenta de que Mortadelo y Filemón parece que están saboteando la vuelta, en lugar de ellos, por lo que deciden eliminarles (a nadie le gusta la competencia, ¿cierto?).
Sin embargo, los agentes, sin darse cuenta, los van eliminando uno a uno. Esto ya ha pasado en otras ocasiones (como con Magin el Mago), y no deja de resultar irónico que cuanto menos esfuerzo ponen, más logran... sobre todo Mortadelo, que aprovecha la fuerza de su jefe.
Filemón vuelve a llegar primero, aunque el gag cambia notablemente, siendo un rinoceronte quien da un "suave empujoncito" al bípelo, que volverá a chocarse contra el director. A partir de aquí, el álbum se vueve mucho más rápido.
Aquí, entre bastidores, llegan los mejores gags en mi opinión. Filemón debe hacerse un análisis de orina (control antidopaje). Se oculta en un tenderete vacío, justo donde Mortadelo lleva a unas ancianas que buscaban "el espectáculo" (y vaya si lo tuvieron). Tras esto, Filemón le ordena a Mortadelo que lelve la copa al médico... y es resto, puede verse:
Mortadelo invierte las copas del pis y de la cerveza (eso pasa por no poner la "chevecha" en vaso de tubo...).
A continuación, la etapa más corta, ligera, y sin embargo, divertida. Mortadelo se pone una manta "por el frío", aunque debajo de la misma hay una cabra que pedalea por él). De esta forma se pone el primero, y lleva a los ciclistas a Port... Aventura, cuando debían ir a Port Bou.
Aquí se cargan a los del Banasta, confundiendo la montaña rusa con el "Gran Premio de Montaña". Nuevamente llegan a meta, empotrándose contra el director... que estaba sentado en el "trono".
La siguiente etapa es una contrarreloj. Mortadelo sube la cueta, pero justo antes d ellegar, vuelve hacia atrás, llevandose por delante a... ¿lo adivinan? ¡El director! Lo mismo le pasará a Filemón, que chocará con una piedra y se le doblará la rueda. Mortadelo intentará resolverlo...
Con esto, los agentes quedan los 16 y 17... siendo sólo 17 corredores los que quedan aún. Sin pausa, empieza la última etapa. Tras otro ataque sin pretenderlo al director, Mortadelo y Filemón aeleran como nunca, y se meten por un letrero de "Atajo", que en realidad pone "Al Tajo", al Río Tajo. Mortadelo y Filemón se salvan en el último momento, aunque el resto de corredores caen.
Mortadelo y Filemón ganan la vuelta, siendo las mascotas para esta edición de la Vuelta Ciclista. Ya en el pódium,
el director logra vengarse de los agentes.
En la ctuación final, hace su aparición un caballo enorme de madera, que los agentes llevarán a la T.I.A... justo a tiempo para enterarse de que el caballo era una bomba programada para justo ese momento. Los agentes terminarán, una vez más, huyendo de su superior, que ha recidibo el impacto de la bomba en sus bigotes.
Este álbum, además, contó con una edición de Telefónica, que añadía una página extra, la 45, de publicidad de la compañía.
El álbum mejora poco a poco según se desarrolla, y aunque ha habido mejores, no es malo, y entretiene bastante.
Con esto, me despido por ahora, enviando mi apoyo a Alberto Contador por su injusta condena.